Las centrales eléctricas, la columna vertebral de la infraestructura moderna, se enfrentan a desafíos constantes para mantener la integridad de los equipos. Entre ellos, la química del agua, particularmente la monitorización del pH, juega un papel fundamental en la prevención de la corrosión y en la garantía de la eficiencia operativa.
Los electrodos de pH de vidrio tradicionales, aunque efectivos en entornos de laboratorio, a menudo resultan poco fiables en el exigente entorno de los sistemas de agua de las centrales eléctricas. Sus limitaciones en condiciones de agua pura, la susceptibilidad a las interferencias electromagnéticas y los altos requisitos de mantenimiento han impulsado la búsqueda de mejores soluciones.
Este enfoque innovador evita las deficiencias de los electrodos de pH convencionales empleando dos sensores de conductividad colocados antes y después de un intercambiador de cationes de ácido fuerte. El método calcula el pH a través de mediciones precisas de conductividad, ofreciendo ventajas significativas:
El principio fundamental del método reside en la capacidad del intercambiador de cationes para reemplazar los cationes de la muestra de agua con iones de hidrógeno. Esta transformación crea cambios de conductividad medibles que se correlacionan directamente con los niveles de pH.
Se han desarrollado dos fórmulas de cálculo primarias:
pH = log [Cond SC – (Cond CC/ 3)/ C B] + 11
pH = log [Cond SC– (Cond CC/3)] + 8.6
La aplicación exitosa requiere prestar atención a varios factores críticos:
Una implementación completa requiere:
El método ha demostrado éxito en diversas aplicaciones de centrales eléctricas:
Las mejoras emergentes se centran en:
Este enfoque innovador representa un avance significativo en la gestión de la química del agua en las centrales eléctricas, ofreciendo una mayor fiabilidad, menores costes operativos y una mejor protección de los equipos.
Las centrales eléctricas, la columna vertebral de la infraestructura moderna, se enfrentan a desafíos constantes para mantener la integridad de los equipos. Entre ellos, la química del agua, particularmente la monitorización del pH, juega un papel fundamental en la prevención de la corrosión y en la garantía de la eficiencia operativa.
Los electrodos de pH de vidrio tradicionales, aunque efectivos en entornos de laboratorio, a menudo resultan poco fiables en el exigente entorno de los sistemas de agua de las centrales eléctricas. Sus limitaciones en condiciones de agua pura, la susceptibilidad a las interferencias electromagnéticas y los altos requisitos de mantenimiento han impulsado la búsqueda de mejores soluciones.
Este enfoque innovador evita las deficiencias de los electrodos de pH convencionales empleando dos sensores de conductividad colocados antes y después de un intercambiador de cationes de ácido fuerte. El método calcula el pH a través de mediciones precisas de conductividad, ofreciendo ventajas significativas:
El principio fundamental del método reside en la capacidad del intercambiador de cationes para reemplazar los cationes de la muestra de agua con iones de hidrógeno. Esta transformación crea cambios de conductividad medibles que se correlacionan directamente con los niveles de pH.
Se han desarrollado dos fórmulas de cálculo primarias:
pH = log [Cond SC – (Cond CC/ 3)/ C B] + 11
pH = log [Cond SC– (Cond CC/3)] + 8.6
La aplicación exitosa requiere prestar atención a varios factores críticos:
Una implementación completa requiere:
El método ha demostrado éxito en diversas aplicaciones de centrales eléctricas:
Las mejoras emergentes se centran en:
Este enfoque innovador representa un avance significativo en la gestión de la química del agua en las centrales eléctricas, ofreciendo una mayor fiabilidad, menores costes operativos y una mejor protección de los equipos.